"La Fiscalía militar de la República Kirguisa en el marco de la investigación de los casos penales le entregó a Atambáev notificaciones de las sospechas de delitos graves y especialmente graves", comunicó el servicio de prensa de la Fiscalía a Sputnik.
Precisó que el expresidente es acusado de "organización de corrupción durante la modernización de la central termoeléctrica de Biskek, enriquecimiento ilícito y legalización de sus ingresos criminales".
En total Atambáev enfrenta una decena de cargos y puede pasar el resto de la vida entre rejas.
Atambáev se entregó a las fuerzas del orden el 8 de agosto, después de que un grupo de operaciones especiales lanzara un segundo asalto a su residencia a las afueras de Biskek, un día después del primer operativo que derivó en enfrentamientos con los partidarios del expresidente y se saldó con un muerto y un centenar de heridos.
El exmandatario, según su defensa, permanecerá en prisión preventiva hasta el 26 de agosto en los calabozos del Comité de Seguridad Nacional.
Poco después de que Zheenbékov jurara el cargo, varios miembros del Gobierno anterior fueron procesados por delitos de corrupción, entre ellos dos ex primeros ministros y dos ex alcaldes de la capital.
Todos ellos rechazan los cargos que califican de "políticamente motivados".
Al exlíder kirguís, despojado de inmunidad a finales de junio pasado por presuntos delitos de corrupción, se le incriminan desórdenes públicos, asesinato, homicidio en grado de tentativa, toma de rehenes y uso de la fuerza contra agentes del orden.