Así, la compañía de Mark Zuckerberg aseguró el 13 de agosto que se detuvo "la revisión humana de los audios hace más de una semana". Además, Facebook destacó que los propios usuarios accedieron al procesamiento de su información. Eso sí, desconocían que esta sería procesada por empleados humanos de terceras compañías.
Según la red social estadounidense, estas grabaciones fueron analizadas por compañías contratadas para comprobar si la inteligencia artificial de Facebook era capaz de interpretar los mensajes.