En total 33.841.837 personas, en una población de 44,3 millones de habitantes, están habilitadas para emitir su sufragio en todo el país, 8,8% más que en el padrón electoral de 2017.
Macri tiene la expectativa de superar el desencanto ante su gestión de parte de la ciudadanía debido a la crisis económica y al ajuste que implicó firma de un crédito por 56.300 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI).
Su principal adversario es el abogado Alberto Fernández, que fue jefe de gabinete en los cuatro años que gobernó Néstor Kirchner (2003-2007), fallecido en 2010, y en los siete meses iniciales de la administración de la actual senadora Cristina Fernández, que lo acompaña como postulante a la vicepresidencia.
Los comicios se presentan muy polarizados, lo que permitirá vislumbrar la fortaleza que tienen las alianzas de Macri y de Fernández, respectivamente Juntos por el Cambio y Frente de Todos, a dos meses de los comicios generales, cuando también se pondrán en juego la mitad de los escaños de la Cámara de Diputados y un tercio de las bancas del Senado.
Las encuestas de intención de voto otorgan en promedio una ligera ventaja de entre dos y cinco puntos a Alberto Fernández.
El escrutinio permitirá ver cuán cerca o lejos queden Fernández o Macri del 45% de los votos, la base que necesitan para ganar en primera vuelta en octubre y evitar un eventual balotaje con el segundo más votado en noviembre.
Campaña electoral
Macri sostuvo en la campaña que no era necesario dar argumentos para defender el voto e invitó a sus simpatizantes a hacer público su sufragio en las redes sociales.
Cuando asumió, cuatro años atrás, Macri pidió ser evaluado por su capacidad para reducir la pobreza.
En la actualidad viven en la pobreza 13,8 millones de personas, 34,1% de la población; un año atrás la proporción de pobres era de 25,5%.
La indigencia también registró un alza de 4,9% al 7,9% entre el primer trimestre de 2018 y el mismo período de 2019, según la Encuesta Permanente de Hogares que elabora el Instituto Nacional de Estadística y Censos.
Alberto Fernández, un abogado y profesor de derecho penal distanciado de Cristina Fernández durante 10 años y muy crítico del segundo mandato de la ahora expresidenta, asumió su candidatura presidencial con un esfuerzo argumentativo para explicar su cambio.
El candidato pidió "coraje para cambiar el presente" y prometió que no volverá a pelearse con la expresidenta.
En los comicios de octubre será electo presidente quien obtenga al menos el 45% de los sufragios o alcance 40% y una diferencia de por lo menos 10 puntos porcentuales sobre el segundo candidato más votado.
Si no se cumplen estos requisitos, Argentina volverá a las urnas para elegir a su presidente el 24 de noviembre.