"La situación actual enfría nuestro deseo de cumplir con los acuerdos estadounidense-norcoreanos y los pactos intercoreanos, lo que afecta también las perspectivas de un diálogo potencial", dice una declaración de la misión diplomática difundida por la representación permanente de la república ante la ONU.
Estados Unidos y Corea del Sur comenzaron el 5 de agosto una serie de maniobras militares conjuntas pese a las exigencias de Corea del Norte de cancelarlas.
"Los hechos mencionados muestran que las autoridades de EEUU y Corea del Sur no tienen voluntad política para cumplir con las declaraciones conjuntas, según las cuales se obligaron a mejorar los contactos entre Corea del Norte y EEUU, así como las relaciones intercoreanas", indicó el portavoz de la Cancillería.
Además, en el documento se subraya que las maniobras conjuntas de Washington y Seúl muestran que sus Gobiernos no cambiaron su postura y siguen considerando a Pyongyang un enemigo.
Corea del Norte reiteró que advirtió varias veces que los ejercicios conjuntos "bloquearán el avance" en las relaciones del país con EEUU y Corea del Sur, así como harán que Pyongyang reconsidere sus pasos anteriores.
"No cambiamos nuestra postura sobre la necesidad de resolver problemas a través de un diálogo, pero la dinámica del diálogo será menos notable mientras continúan las acciones militares hostiles", señala el comunicado.
En poco menos de dos semanas los militares surcoreanas detectaron cuatro ensayos de misiles balísticos por Corea del Norte hacia el mar de Japón, el último de los cuales fue realizado el 6 de agosto.
