En 2014, EEUU, la UE y otros países, aprobaron varios paquetes de sanciones contra Moscú por la situación en Ucrania y la reincorporación de Crimea a Rusia.
Rusia respondió con un embargo a los productos agroalimentarios provenientes de los países que la sancionaron.
Antes del embargo "suministrábamos productos por valor de 800 millones [de euros] [más de 896 millones de dólares]", dijo Puech d'Alissac.
Según el interlocutor, la Unión Europea pierde 5.000 millones de euros (más de 5.600 millones de dólares) al año por el embargo ruso, y en los cinco años de sanciones ha perdido 25.000 millones de euros (más de 28 millones de dólares).
También precisó que la industria láctea fue la más afectada por estas medidas.
"Necesitamos el mercado ruso; el embargo ruso es un problema", acotó.