Según los interlocutores del diario, estos submarinos pueden vigilar los movimientos de la Armada británica en el Atlántico Norte y conectarse a los cables de comunicación submarinos, lo que supone una grave amenaza para la seguridad de Londres.
Un sumergible de este tipo podrá interferir en el trabajo del portaviones insignia de la Armada, el HMS Queen Elizabeth.
Tras analizar esta información, los militares de Londres aseguran necesitar más financiación para que la Marina "mantenga la libertad de maniobras de la disuasión nuclear".
Los submarinos de la serie 636.3 Varshavianka pertenecen a la tercera generación, clasificada por la OTAN como clase Kilo. Su desplazamiento es de 3.950 toneladas, su velocidad alcanza los 20 nudos (37 km/h), la profundidad de buceo ronda los 300 metros y la tripulación asciende a 52 personas.