"Muy poco ha logrado todavía la legislación vigente, (porque) no cuenta con las condiciones para incidir significativamente frente a este mal que desintegra nuestra sociedad y cuestiona sus fundamentos", dijeron en un comunicado los obispos de la religión ampliamente mayoritaria en Bolivia.
De esas muertes de mujeres por razón de su sexo, la tercera parte ocurrió en el departamento de La Paz.
"Los casos de violencia contra las mujeres y las familias, lejos de disminuir, siguen aumentando alarmantemente, produciendo muerte y sembrando luto en cientos de familias bolivianas", remarcaron los prelados.
Detrás de los feminicidios, según un informe previo de la Defensoría del Pueblo, había situaciones de violencia doméstica o en las parejas, trata y tráfico.
Los obispos católicos se solidarizaron con las familias de las víctimas y "con todas las mujeres que, en este momento, están siendo acosadas y condenadas a sufrir en silencio".
Los obispos no mencionaron al plan de emergencia contra los feminicidios lanzado a mediados de julio por el presidente Evo Morales, quien lamentó en esa ocasión que no se cumplan efectivamente "tantas normas de protección a las hermanas mujeres".
El gobernante presentó un decálogo de pactos sociales que abarcan a los sectores administrativo, policial, judicial, académico y otros, concertados con la Defensoría del Pueblo, grupos ciudadanos de derechos humanos y activistas femeninas.