Bolsonaro, interrogado por un grupo de periodistas, respondió: "Pregunta a las víctimas de los que murieron allí lo que les parece, después de que respondan yo te contesto", según el diario Folha de S. Paulo.
Presos de dos facciones rivales en la cárcel de la ciudad de Altamira se enfrentaron presuntamente provocando un baño de sangre.
En mayo fueron asesinados 55 reclusos en una cárcel de la norteña ciudad de Manaus, capital del estado de Amazonas en la que en 2017 se había producido una revuelta carcelaria en la que fallecieron entre 50 y 60 detenidos; decenas de cadáveres aparecieron decapitados o descuartizados.
La mayor masacre carcelaria de Brasil, por cantidad de víctimas, tuvo lugar en 1992 en la prisión de Carandiru, en Sao Paulo (sureste), donde fueron asesinados 111 reclusos.