"Las indagatorias del evento del día de ayer (miércoles) nos llevan a relacionar los hechos con arreglos entre grupos criminales y/o delincuencia organizada", dijo a periodistas el portavoz de la Procuraduría de la capital, Ulises Lara López.
Las autoridades capitalinas, con apoyo de la embajada de Israel, realizaron "la identificación plena de (las víctimas) Azulay Alon y Jony Ben Suchi y de sus antecedentes penales", dijo en conferencia de prensa el fiscal.
"Por lo tanto podría tratarse de arreglos con la mafia israelí", dijo Lara López.
Medios israelíes publicaron que Alon, de 41 años, era originario de la ciudad de Bat Yam, y Sutchi, de 44 años, era de Tel Aviv y salió de una prisión israelí en febrero pasado, tras pagar una condena.
Otra mujer que comía con las víctimas se había levantado de la mesa del restaurante y huyó antes de las ejecuciones, según vídeos de cámaras de seguridad obtenidos por el noticiario nacional de TV Imagen.
Como supuesta acción de distracción, ocho minutos antes del atentado, otros dos hombres protagonizaron una balacera disparando unos 40 tiros de armas de largo alcance en la entrada principal al centro comercial, y también atacaron a una patrulla que abandonó el lugar con un agente herido.
La pareja que perpetró el ataque directo simuló ser comensales en otra mesa, a unos 10 metros de las víctimas, quienes fueron atacadas cuando la otra mujer se levantó, según versión de responsables de la plaza comercial al mismo noticiario.
La mujer que fue detenida portaba una pistola calibre 9 mm cuando intentaba escapar por la parte trasera del centro comercial, ya sin la peluca rubia y sin el acompañamiento de su cómplice.
La presunta homicida declaró que conoció a uno de los israelíes "en una red social", que la agresión se debió "a una infidelidad", y que había comprado el arma por unos 350 dólares en el barrio de Tlahuac, en el sur de la capital.