"La venta del armamento estadounidense a Taiwán es una grave violación del derecho internacional, de las normas fundamentales que regulan las relaciones entre los Estados, del principio de una sola China y de los tres comunicados conjuntos", declaró el portavoz de la Cancillería, Geng Shuang, refiriéndose a los documentos chino-estadounidenses de 1972, 1978 y 1982.
El diplomático agregó que "también constituye una grave injerencia en los asuntos internos, perjudica la soberanía y los intereses de seguridad de China".
"Protestamos por esta acción", resaltó Geng. La nota correspondiente, según él, ya fue entregada a la parte estadounidense.
El diplomático dijo que Pekín exhorta a Washington a "respetar el principio de una sola China, cancelar de inmediato los planes de venta de material bélico y cesar del todo los contactos militares con Taipéi" en aras de resguardar las relaciones bilaterales y la estabilidad en el estrecho de Taiwán.
Taiwán había solicitado a EEUU el suministro de 108 tanques M1A2T Abrams, 250 misiles antiaéreos Stinger y equipos relacionados.
La semana pasada, Pekín instó a Washington a cesar los contactos oficiales y militares con Taipéi, así como a "dejar de interferir en asuntos internos" de China para no perjudicar las relaciones bilaterales, la paz y la estabilidad en la región.
En marzo pasado, Taiwán solicitó a EEUU la venta de cazas F-16, y ese mismo mes Pekín envió a Washington una nota de protesta por el posible acuerdo al respecto.
Los vínculos entre ambos territorios chinos solo se restablecieron a nivel empresarial e informal a fines de la década de 1980, sin que existan en la actualidad contactos oficiales entre las autoridades.
Pekín considera a Taiwán como su provincia rebelde y rechaza tener relaciones diplomáticas con cualquier país que las mantenga con Taipéi.