"Los miembros del Consejo de Seguridad condenaron el ataque contra el centro de detención (de migrantes) cerca de Trípoli del 2 de julio, en el cual 53 personas fallecieron y más de 130 resultaron heridas", dice el documento.
Añade que en el Consejo de Seguridad reiteraron "la necesidad de que todas las partes reduzcan urgentemente el nivel de tensión y cesen el fuego".
"Una paz duradera y la estabilidad en Libia serán posibles solo gracias a una solución política", destaca el documento.
Además el Consejo de Seguridad de la ONU llamó a los países miembros de la organización a no intervenir en el conflicto en Libia.
"Los miembros del Consejo de Seguridad destacaron la importancia de la soberanía, la independencia y la integridad territorial de Libia y llamaron a todos los Estados miembros a no intervenir en el conflicto y evitar medidas que lo agudicen", dice el comunicado.
El Gobierno de Unidad Nacional con sede en Trípoli, reconocido por la ONU, acusó con anterioridad —del ataque al centro de detención de migrantes en Tajura, al este de Trípoli—, a la aviación del Ejército de Jalifa Haftar, que el pasado 1 de julio anunció el inicio de una operación aérea en la zona.
El 3 de julio, el enviado especial del secretario general de la ONU para Libia, Ghasan Salamé, calificó el ataque aéreo de un crimen de guerra.
Libia continúa sumida en una crisis desde el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011.
Actualmente en Trípoli funciona el Gobierno de Unidad Nacional, reconocido como legítimo por el Consejo de Seguridad de la ONU y presidido por Fayez al Sarraj.
El pasado 4 de abril, Haftar ordenó una ofensiva contra Trípoli para "liberarla de terroristas".
Tres días más tarde, las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional anunciaron la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar.
La OMS estima en casi 1.000 muertos y unos 5.000 heridos el balance de las hostilidades, incluyendo a las víctimas del ataque en Tajura.