Los medios internacionales destacan que este encuentro ha sido el primero entre ambos desde su última cumbre en Helsinki de hace casi un año en la que Trump ante las cámaras puso en duda la intromisión rusa en la campaña electoral de 2016.
"Trump pide a Putin que no interfiera en sus elecciones", tituló la edición en español del canal Euronews su crónica sobre la reunión de los presidentes de EEUU y de Rusia.
A lo mejor el señor Trump quería decir que él personalmente tiene buenas relaciones con Rusia y con su presidente. Porque es precisamente lo que dicen de Trump sus adversarios políticos en Estados Unidos.
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En nuestra edición de la semana pasada citamos a un par de críticos del presidente estadounidense que decían que él se olvida del "peligro que sigue siendo Rusia". Uno de los analistas dijo a la CNN que lo que más le preocupaba era "la amistad entre el presidente Trump y el presidente Putin".
Ahora vemos que su preocupación a lo mejor tiene una base real.
Mientras tanto, en la víspera de su encuentro con Trump el presidente Putin, señaló en una entrevista al canal ruso NTV que el diálogo entre Moscú y Washington se desarrollará tan pronto como la parte estadounidense esté lista para ello.
Es decir, hay buenas relaciones, pero sin diálogo… Difícil de comprender, pero es la conclusión que uno podría sacar de lo que aparece en los medios internacionales y rusos.
Putin: "Esperaremos hasta que EEUU madure para el diálogo", así tituló RT la víspera de la cumbre Putin-Trump.
Desde este enfoque me pregunto: ¿A quién pretende engañar el presidente Trump cuando habla de buenas relaciones con Rusia? ¿A si mismo? ¿A los medios?
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Desde este enfoque es muy sintomático que contestando a la pregunta de una periodista sobre la presunta "intromisión rusa" en los comicios, Trump a modo de broma le pidió a Putin que no interfiera en la próxima campaña.
Hay que mencionar que medios rusos ignoran esta broma de Trump y a su vez destacan que los dos líderes han acordado en la cumbre del G20 mejorar las relaciones bilaterales. Lo cual corresponde no solo a sus propios intereses, sino también a los del todo el mundo.
En opinión del analista internacional Guillermo Rocafort, es un mensaje muy positivo hacia la distensión de los conflictos internacionales recientes. Sin embargo, es necesario que esa cordialidad entre los dignatarios se manifieste a lo largo del tiempo.
Y para esto no es suficiente verse una vez al año para decir que las relaciones bilaterales son buenas.
