"El Gobierno de la región administrativa especial de Hong Kong condena decididamente estas acciones, los manifestantes tienen que terminar inmediatamente los actos de violencia", dice un comunicado del Gobierno.
Las autoridades de Hong Kong indicaron que los protestantes que entraron en el Consejo Legislativo "amenazaron gravemente a los policías y al público" y calificaron sus acciones de "inadmisibles para la comunidad".
Centenares de manifestantes irrumpieron este 1 de julio en el Consejo Legislativo, rompiendo los cristales y las puertas del edificio con tubos y barras de metal.
Los manifestantes pintaron las paredes de la sala de reuniones de negro para llaman a "suspender" las enmiendas a la ley sobre extradición y echan la culpa de los acontecimientos al Gobierno.
Además, arrancaron los retratos de los presidentes del Consejo Legislativo y vandalizaron con pintura el escudo de Hong Kong.
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El Gobierno anunció el cierre de su complejo de edificios el 2 de julio por motivos de seguridad.
Antes se informó que al menos 13 agentes de la policía fueron hospitalizados en Hong Kong durante las protestas de este 1 de julio, que coinciden con el 22 aniversario del restablecimiento de la soberanía china sobre la región.
Los que se oponen a los cambios temen que eso permitirá extraditar a la China continental no solo a los funcionarios corruptos fugitivos sino también a quienes expresan desacuerdo con la política oficial de Pekín.