"Nos alarman los intentos de minar y debilitar la presencia de la misión de la ONU en Kosovo", expresó el diplomático en una entrevista con Sputnik.
"Y, naturalmente, los debates sobre Kosovo deben ser regulares en el Consejo de Seguridad de la ONU", agregó el embajador.
Además, dijo a Sputnik que las misiones de la OTAN y la UE en Kosovo (KFOR y EULEX) no desarrollaron la debida actividad en respuesta a la operación kosovar lanzada el 28 de mayo pasado.
"La KFOR (acrónimo en inglés de Kosovo Force), que debía actuar de acuerdo con su mandato y prevenir semejantes acciones, y la EULEX (misión por el Estado de Derecho) acogieron con pasividad la operación que lanzó el llamado destacamento policial de misiones especiales de Kosovo", constató.
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El diplomático ruso expresó la esperanza de que la reciente escalada de tensiones no degenere en un conflicto armado.
"Espero que en Europa se consolide la conciencia de que la situación se está desarrollando de una forma muy peligrosa y que no se debe permitir que llegue a un punto en el que escape al control y puedan producirse enfrentamientos más graves", recalcó.
Ataque a un ciudadano ruso
El embajador subrayó que a Moscú le extraña la falta de la reacción por parte de la UE al ataque al ruso Krasnoschekov, de la misión de la ONU (МООНК, UNMIK), quien a pesar de gozar de la inmunidad diplomática fue detenido el 28 de mayo y bárbaramente apaleado, resultado de lo cual sufrió lesiones graves en la cabeza, el pómulo y una fractura de la mandíbula superior.
"Insistiremos en que lo sucedido se investigue y que los culpables sean castigados, también velaremos por que se garantice la seguridad personal del diplomático en lo venidero", dijo el embajador, al caracterizar lo sucedido como un caso bárbaro.
La parte kosovar antes declaró en una reunión del Consejo de Seguridad de la ONU que Krasnoschekov impidió las acciones de la policía, bloqueó el acceso de la policía con un vehículo de la misión de la ONU y se negó a presentar su documento de identidad.
La Fiscalía de Kosovo insistió en retirar la inmunidad diplomática a este ciudadano de Rusia y llevar a cabo una investigación de su proceder.
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Las tensiones entre Serbia y su antigua provincia se agravaron después de que el 28 de mayo efectivos policiales de Kosovo lanzaran en el norte de ese territorio una operación especial bajo el pretexto de combatir el crimen organizado.
Ante estos hechos, el presidente de Serbia, Aleksandar Vucic, ordenó poner el Ejército nacional en estado de máxima alerta.
Intentos de expulsar a Rusia de los Balcanes
Asimismo, el embajador ruso en Serbia considera ridículo y contraproducente que se intente desplazar a Rusia de la península balcánica, según declaró a Sputnik.
"Son ridículos y contraproducentes los intentos de expulsar a Rusia de la región y evitar su creciente influencia en Serbia y otros países", dijo Botsán-Járchenko.
Agregó que la presencia rusa en la región "se lleva a cabo conforme al marco legal internacional".
El embajador subrayó que son infundadas las acusaciones a Rusia de interferir en los asuntos internos de los países de la región y que la cooperación entre Moscú y esa naciones, sobre todo Serbia, es transparente y abierta.
Al mismo tiempo, Botsán-Járchenko afirmó que la cooperación entre Rusia y Serbia en materia técnica militar no afecta la seguridad de la península balcánica y del resto de Europa.
"Lo que hace Serbia y en lo que la ayudamos no socava la seguridad en la península de los Balcanes", apuntó el diplomático.
El embajador concluyó que Serbia vela por su seguridad y moderniza su ejército dentro del marco legal, teniendo en cuenta sus derechos soberanos, y las condiciones rusas resultaron ser las más beneficiosas desde todos los puntos de vista.
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El pasado enero, durante el viaje del presidente Vladímir Putin a Serbia, fue suscrito un acuerdo para suministrar al país balcánico más cazas rusos MiG-29.
En 2017, Rusia había enviado a Serbia seis primeros aviones de este tipo.