"La UE liberaliza el 99% de las importaciones agrícolas del Mercosur", destaca el documento.
En concreto, serán eliminados los aranceles de importación para el 81,7% de los productos agrícolas, mientras que el 17,7% restante acarrean algún tipo de cuota o preferencias fijas.
El secretario de Agroindustria argentino, Luis Miguel Etchevere, afirmó que el documento suscrito "es un acuerdo histórico que ubica al Mercosur en un lugar clave del mundo como proveedor de alimentos".
"Es una gran oportunidad para darle previsibilidad a nuestras economías regionales que verán incrementar sus envíos al exterior, y redundará sin dudas, en más trabajo, inversiones, y arraigo en los lugares donde producimos", añadió.
Por su parte, el ministro de Producción y Trabajo, Dante Sica, sostuvo desde Bruselas que el convenio permitirá al país sudamericano alcanzar acuerdos comerciales con el 30% del PIB mundial, cuando en la actualidad sólo accede al 10%.
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Esa apertura habilitará a las pequeñas y medianas empresas a acceder a un mercado de 500 millones de personas.
El comisionado para la Agricultura y el Desarrollo Rural de la UE, Phil Hogan, advirtió que el bloque sólo abrirá su mercado a productos agrícolas "con un control cuidadoso de cuotas que asegure que no hay riesgo de que ningún insumo inunde los mercados europeos y amenace el estilo de vida de los agricultores europeos".
Los integrantes del Mercosur también se comprometen a proteger de posibles imitaciones 357 productos de bebidas y alimentos de alta calidad reconocidos con denominación de origen.
El 63% de las exportaciones argentinas a la UE son productos agrícolas.
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El acuerdo de libre comercio debe ser ratificado por el Congreso de los cuatro países integrantes del Mercosur y por los 28 estados miembros de la UE para que entre en vigor.
La desgravación arancelaria que deben adecuar los países del Mercosur se implementarán en períodos de 10 y hasta 15 años en promedio, mientras que la retirada de aranceles de los productos sudamericanos se realizará de manera inmediata.
Los europeos podrían colocar sin restricciones sus productos en una región donde viven otros 300 millones de personas, mientras que el Mercosur accederá a un mercado de 500 millones de habitantes.
El Mercosur está integrado por Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay, con Venezuela suspendida y además previamente ajena a las negociaciones comerciales con la UE.
