"De no haber una solución política, económica y social al corto plazo en Venezuela, se estima que para finales de 2019 habrán salido de ese país entre 5,3 millones y 5,7 millones de migrantes y refugiados", dijo David Smolansky, coordinador del grupo de trabajo de la Organización de Estados Americanos (OEA) para abordar la crisis de inmigrantes y refugiados venezolanos, al presentar el informe en la 49 Asamblea General de la OEA, que se realiza en Medellín (noroeste).
Según el informe, Venezuela, con cuatro millones de inmigrantes, es el segundo país del mundo con mayor número de refugiados, sólo superado por Siria, con 6,3 millones.
Smolansky destacó que la situación es aún mas difícil para los inmigrantes debido a que la guerrilla colombiana del Ejército de Liberación Nacional (ELN) cobra un dólar por cada persona que entra y sale de Venezuela por los pasos ilegales en los estados de Táchira, Apure y Zulia.
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De ese modo, la guerrilla se hace "con 10.000 dólares diarios o 300.000 dólares al mes, y quienes no paguen pueden ser víctimas de homicidios por parte del ELN", advirtió Smolansky.
"El financiamiento recibido per cápita para los sirios es de cinco mil dólares, mientras que para los venezolanos es de 100 dólares por persona", señaló.
Por su parte, el canciller de Colombia, Carlos Trujillo, quien funge como presidente de la actual Asamblea General de la OEA, advirtió que la atención a la población venezolana que permanece en Colombia "está excediendo las capacidades de respuesta a nivel local y nacional en al menos 22 departamentos" del país.
"Esta alta demanda de servicios sociales está causando un impacto significativo en términos institucionales y fiscales, especialmente para los sectores de salud, educación y protección a la niñez".
A su turno, los cancilleres de Perú y Ecuador, Néstor Popolizio y José Valencia Amores, reivindicaron el apoyo a los inmigrantes venezolanos y adhirieron a la propuesta de que sean incluidos en la Declaración de Cartagena de 1984 como refugiados.
Al encuentro asisten los cancilleres de los 34 países miembros activos de la OEA (ya que Cuba es parte pero no participa desde 1962), quienes participan en las sesiones plenarias del organismo, durante las cuales se adoptarán las decisiones que orientan la gestión del bloque.
Venezuela dejó de ser miembro de la OEA oficialmente el pasado 27 de abril, y desde ese entonces el Gobierno aseguró que ninguna decisión emanada de ese órgano tendrá repercusión en el país caribeño.
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Además, el canciller venezolano, Jorge Arreaza condenó que la OEA cumpla con una agenda designada por Estados Unidos para agredir a su país.
