"Nuestras pérdidas son del orden de 250.000 toneladas, es la cantidad que las cañerías no estaban en condiciones de trasegar", dijo Liashenko durante una sesión conjunta de las dos cámaras parlamentarias.
El vicepresidente del Gobierno indicó que la refinería de Mozyr, a falta de proveedores alternativos, tuvo que modificar los procesos industriales para evitar un desgaste crítico de sus instalaciones productivas y sufrió un daño equivalente a los 20 millones de dólares, porque algunos equipos quedaron fuera de servicio.
Hasta el 26 de julio, según él, Bielorrusia había desplazado en dirección a Rusia 702.500 toneladas de crudo sucio en el marco de las obras de descontaminación de las cañerías.
"Entiendo que las refinerías en Europa Occidental lo estaban recibiendo de otras partes [cuando se suspendió el bombeo], así que el volumen, creo, será inferior a las previsiones", señaló.
Rusia despacha a Europa Central y del Este decenas de millones de toneladas de crudo anuales por la red de tuberías Druzhba.
A finales de abril pasado, el trasiego de combustible se suspendió por concentración excesiva de cloruros orgánicos, sustancia contaminante que puede acelerar la corrosión en tuberías y otros equipos.
En mayo se reanudó parcialmente el bombeo del petróleo limpio en Bielorrusia, Ucrania y más tarde en Eslovaquia, República Checa y Hungría.
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Mientras, en Rusia continúa la investigación del caso con 13 presuntos implicados por ahora. Se sospecha que robaron combustible por un millón de rublos (unos 15.850 dólares al cambio actual) y, para ocultar el crimen, inyectaron en las tuberías material sucio, que contenía cloruros orgánicos.