El Museo Mamerki ya ha había emprendido antes los intentos de hallar la Cámara de Ámbar en lo que fue un búnker donde se encontraba el Estado Mayor del Ejército de Tierra nazi.
El historiador Bartlomiej Plebanczyk, que trabaja en este museo, refirió que en el fondo del pozo crecía un árbol, cuyo estado y edad atestiguaban que la puerta nunca se abría desde tiempos de guerra.
Hace poco se procedió a cortar el árbol y limpiar de la tierra el pozo, solo falta abrir la puerta.
Los historiadores siempre han dicho que Mamerki es un lugar donde puede estar escondida la Cámara de Ámbar, refirió Plebanczyk y también reveló que en la década del 70 a este lugar trajeron de la cárcel al ex ober-presidente de Prusia Oriental, Erich Koch, quien había supervisado la evacuación de la Cámara de Ámbar.
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Koch indicó un búnker como lugar donde podía estar la Cámara, pero en aquella época no se pudo encontrar nada.
Eso significa que no es un túnel que lleve al lugar donde podría estar la Cámara.
Al comentarlo, Plebanczyk dijo que no se desespera, que quedan otros muchos túneles y pozos que llevan al búnker y que el trabajo continuará.
La Cámara era un salón decorado con paneles de ámbar y hojas de oro, Federico Guillermo I de Prusia lo regaló al zar ruso Pedro el Grande en 1716, en Rusia lo instalaron en el Palacio de Catalina de Tsárskoye Seló, cerca de San Petersburgo.
En 1941, los nazis llevaron esta perla de la residencia de los emperadores rusos al Castillo Real de Königsberg (actual Kaliningrado), pero poco antes del asalto a esta ciudad en 1945 la Cámara desapareció sin dejar huella.
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En 1967, el Estado soviético instituyó una comisión para buscar esta obra maestra, pero el trabajo no dio resultado y la comisión quedó disuelta en 1984.
