Los investigadores crearon literalmente un oasis de cuatro hectáreas en el desierto.
La zona se ubica a más de 3.200 metros de altura sobre el nivel del mar y varias especies vegetales se desarrollan en el lugar.
Uno de los encargados del proyecto, Manuel Paneque, dijo que aún están estudiando a las especies que habitan en el oasis.
"La mayor parte de las especies que aquí estudiamos no son especies que se encuentren domesticadas. Por lo tanto, hay que seleccionar ecotipos que sean capaces de crecer bien, producir y saber cuáles son las características que tienen".
El proyecto tiene como objetivo principal combatir el cambio climático reduciendo los gases de efecto invernadero y socializar la reutilización del agua revalorizando las zonas desiertas del norte de Chile.
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