"Mantenemos contactos con Washington acerca de Irán, otros problemas regionales y la situación en el golfo Pérsico, particularmente dentro del Consejo de Seguridad de la ONU", declaró Lavrov tras reunirse con el canciller maldivo, Abdulla Shahid.
Sobre las acusaciones que EEUU formula contra Irán, Lavrov subrayó que Rusia está "categóricamente en contra de echar la culpa a nadie en ausencia de pruebas".
"Abogamos por investigar de la manera más rigorosa posible las acusaciones de ataques contra petroleros que tuvieron lugar en mayo y este mes", remarcó.
Para el canciller ruso, las imágenes borrosas que presentaron los estadounidenses nadie las considera como pruebas contundentes, no solo en Rusia y Europa sino también en EEUU.
Además, Lavrov expresó la preocupación de su país por la nueva batería de sanciones de Washington a Irán.
"Las nuevas sanciones personales contra el liderazgo de Irán son alarmantes", dijo.
El 24 de junio, el presidente de EEUU, Donald Trump, firmó una orden ejecutiva con nuevas restricciones contra Irán, que afectan sus instrumentos financieros y a su líder supremo, el ayatolá Alí Jameneí.
Las limitaciones anunciadas, remarcó Lavrov, envían la señal de que la situación avanza por un escenario preocupante.
Durante las últimas semanas, EEUU anunció el envío de un contingente adicional de tropas a Oriente Medio, incluido un portaviones, un destructor de misiles guiados, aviones espías, bombarderos B-52, aviones de combate F-15 y misiles Patriot.
Washington incrementó su presencia militar en la zona con el argumento de que busca contener a Irán y sus aliados, a los que acusa sin pruebas de realizar supuestos actos de sabotaje contra buques petroleros.
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En concreto, Washington imputó a los iraníes los ataques del 12 de mayo cerca del puerto emiratí de Fuyaira y los del 13 de junio en el golfo de Omán.
