"La detención de Mario Aguilar es inaceptable y demuestra la falta de voluntad del Gobierno para resolver el problema", señaló Schneider.
El martes, los docentes realizaron una manifestación en las afueras de la sede de Gobierno, el Palacio de La Moneda, con cánticos y pancartas.
Unos 30 manifestantes se sentaron en la Alameda, paseo principal de la capital chilena, deteniendo el tránsito algunos minutos.
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Esto dio la intervención de Carabineros (policía militarizada), que dispersaron a los manifestantes con carros lanza agua y se llevaron detenidos a unos 20 profesores, incluido Aguilar.
"Hoy nos manifestamos pacíficamente. Sentarnos en la calzada, cánticos y levantar carteles fue la "grave" acción. Fuimos reprimidos, detenidos. ¿Y la libertad de expresión y derechos constitucionales?", escribió Aguilar en su cuenta de Twitter.
Hoy nos manifestamos pacíficamente. Sentarnos en la calzada, cánticos y levantar carteles fue la "grave" acción. Fuimos reprimidos, detenidos. ¿y la libertad de expresión y derechos constitucionales?#YoApoyoElParoDocente #CacerolazoPatipelaos #TodoChileApoyaLaEducacionPublica pic.twitter.com/DocIVkJP40
— Mario Aguilar (@AguilarMario) 25 июня 2019 г.
Para Schneider, el amplio despliegue de Carabineros se vincula a "que la ministra de Educación, Marcela Cubillos, se ha negado a dialogar, extendiendo el conflicto".
El Gobierno asegura que no hay justificación para que siga la huelga.
"Que lo sepan los padres y los alumnos, en la continuidad de este paro lo que hay es una motivación política, una candidatura a gobernador regional del presidente del Colegio de Profesores", dijo esta semana la ministra vocera de Gobierno, Cecilia Pérez.
Aguilar, no obstante, descartó tal candidatura.
Los profesores acusan de intransigencia a la ministra Cubillos, quien no se ha reunido con ellos, dejando que el subsecretario de la cartera, Raúl Figueroa, se encargue del asunto.
Además, los profesores también manifestaron su rechazo al cambio en la malla curricular para los alumnos de los últimos años de colegio anunciado por el Gobierno, que establece que los estudios de historia y de educación física serán optativos y no obligatorios.
Por último, una de las causas más sentidas por el profesorado chileno es la llamada "deuda histórica", demanda vigente desde la década de los 80.
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En 1981 el régimen del entonces dictador Augusto Pinochet (1973-1990) concedió un aumento de salarios para todos los empleados públicos del país de hasta 90 por ciento.
Se estima que más de 90.000 docentes fueron afectados por esa medida, de los cuales unos 30.000 ya fallecieron, y que el monto adeudado bordearía los 14.000 millones de dólares.
Durante años, maestras y profesoras exigieron el pago de esa deuda.
Pero actualmente el reclamo es que el Estado proceda a efectuar algún tipo de reparación histórica, ante la dificultad de que se cumpla con el pago total de la deuda.
Casi 80.000 profesoras y profesores están en huelga en todo el país, y un millón de estudiantes no reciben clases, según estimaciones del sindicato.