"Irán espera que Arabia Saudí abandone el camino falso que no trae a la región nada más que guerra y daño, y, siguiendo el paso hacia establecimiento de la confianza, siga el nuevo camino basado en el diálogo y la cooperación para reducir la tensión", dice el comunicado de Moussavi.
La declaración del portavoz de la Cancillería iraní se produjeron como reacción a las últimas declaraciones del príncipe heredero de Arabia Saudí, Mohammed bin Salman, quien en la entrevista con el portal Asharq Al-Awsat acusó a Irán de haber atacado buques petroleros en el golfo de Omán.
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El 13 de junio, los buques petroleros Front Altair y Kokuka Courageous fueron atacados en el golfo de Omán, supuestamente con torpedos o minas lapa que causaron explosiones e incendios a bordo, aunque algunos tripulantes aseguran haber visto algo parecido a un proyectil aéreo.
Washington y, tras él, Londres y Riad acusaron a Teherán de los ataques, lanzados supuestamente por la Guardia de la Revolución Islámica.
Irán niega categóricamente su implicación en los ataques a buques petroleros.
El secretario general de la ONU, António Guterres, condenó el incidente, pero instó a no apresurarse con las conclusiones antes de esclarecer las circunstancias. También Rusia insistió en evitar acusaciones gratuitas y acciones que conllevan el riesgo de una escalada de tensión en la zona.
