"Los acuerdos logrados entre Rusia y Turquía en este ámbito se implementan en el plazo fijado, no hay ningún problema al respecto", respondió a la pregunta de periodistas sobre la posibilidad del envío de los S-400 rusos en julio.
Turquía ha declarado en repetidas ocasiones que no piensa retractarse del contrato de 2.500 millones de dólares suscrito con Moscú en diciembre de 2017 y que la primera partida de los S-400 debe llegar en julio.
Washington amenazó a Ankara con imponer sanciones por la compra de los S-400 y suspender la entrega de cazas estadounidenses F-35.
Además, EEUU alega que los equipos rusos son incompatibles con los estándares de la OTAN.