"Este juicio es una oportunidad para devolver la pelota a la política", dijo este 11 de junio el abogado Andreu Van den Eynde, representante de dos de los doce acusados —el exvicepresidente catalán Oriol Junqueras y el exconsejero de asuntos exteriores Raül Romeva— durante su informe final antes de que el juicio quede visto para sentencia.
Van den Eynde fue el primer representante de las defensas en presentar su informe final ante el Tribunal Supremo.
"Hablar de golpe de Estado es la demostración de lo que está sucediendo aquí. Se está confundiendo la desobediencia con la rebelión", dijo el abogado defensor antes de añadir que "la gente no salió a la calle a derrocar al estado sino a votar"
Van den Eynde negó que los líderes del proceso independentista puedan ser responsables de un delito de rebelión porque ello implicaría el uso de vías violentas para alcanzar sus objetivos, algo que en su opinión no ocurrió en las masivas manifestaciones del soberanistas en Cataluña.
"Desafección e indignación no son violencia", afirmó, apostillando que la "violencia puntual" que se produjo ocasionalmente entre manifestantes y agentes de seguridad siempre estuvo "desconectada" de los acusados.
Del mismo modo, el letrado negó que la Declaración Unilateral de Independencia (DUI) adoptada 27 de octubre de 2017 por el Parlamento de Cataluña supusiera una ruptura del ordenamiento legal español, ya que esta declaración no llegó a ser implementada y no tuvo ningún tipo de desarrollo.
"Solo la Fiscalía otorga a la DUI la capacidad de derogar la Constitución", añadió.
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A lo largo de su exposición, Van den Eynde denunció en múltiples ocasiones la nulidad del juicio porque, a su modo de ver, se trata de una "causa general y prospectiva" en la que se está aplicando "derecho penal del enemigo".