Según explica el Tribunal Supremo en una diligencia de ordenación del juicio, los días 11 y 12 de junio están reservados "a los informes de la defensa y la última palabra de los acusados".
Los acusados en este juicio son en su mayor parte miembros del Gobierno catalán que convocó dicho referéndum desoyendo las advertencias del Tribunal Constitucional, aunque también se sentaron en el banquillo la expresidenta del Parlamento de Cataluña y dos líderes sociales que encabezaron la movilización del independentismo en las calles.
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Los 12 acusados afrontan, en distinto grado, acusaciones por la presunta comisión de delitos de rebelión, sedición, malversación o desobediencia por su participación en el proceso político que llevó al citado referéndum y a sus consecuencias posteriores, con la adopción por parte del Parlamento de Cataluña de una declaración de independencia que no llegó a ser implementada.
Para el resto de los acusados, las peticiones de la Fiscalía y la Abogacía del estado oscilan entre los 7 y los 17 años de prisión
En la exposición de sus conclusiones la Fiscalía calificó el proceso independentista ocurrido en Cataluña en los últimos años como un "golpe de Estado".
En concreto, el fiscal de la Sala del Tribunal Supremo, Javier Zaragoza, afirmó que los acusados llevaron a cabo "un ataque al orden constitucional" donde "la violencia utilizada fue un instrumento para favorecer la declaración de independencia mediante la presentación de España como un Estado represor a nivel internacional".
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En las dos sesiones restantes las defensas dispondrán de una hora para ofrecer un relato en favor de cada uno de las personas acusadas, que a su vez tendrán 15 minutos para tomar la palabra ante el tribunal.
Asociaciones independentistas de la sociedad civil colocarán este miércoles pantallas gigantes en las principales ciudades de Cataluña para seguir las declaraciones finales de los acusados, lo que servirá como previa para la convocatoria de distintas manifestaciones para protestar contra el juicio.