Su estudio, publicado en la revista American Journal of Respiratory and Critical Care Medicine, señala que cuando las células de las vías respiratorias entran en contacto con la nicotina del vapor de estos cigarrillos, impiden a estas encargarse de hacer fluir el moco o la flema; un proceso denominado disfunción mucociliar.
El resultado, según el estudio, es la elevada probabilidad de quien 'vapea' de contraer varias enfermedades pulmonares, como la bronquitis crónica, la fibrosis quística o el asma. La nicotina de los cigarrillos electrónicos deshidrata el líquido de las vías respiratorias, haciendo más viscoso el moco que por ellas circula.
Como los bronquios no son capaces de realizar correctamente su función, están más expuestos a infecciones y lesiones.
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Desde su concepción, los cigarrillos electrónicos se han popularizado con el pretexto de que utilizarlos como alternativa al tabaco tradicional no es perjudicial para la salud. Con este y otros estudios, las ventajas de estos nuevos dispositivos no quedan tan claras.