"El anuncio de la cancillería (de enviar la GN a la frontera) parece una forma de profundizar la subordinación de las instituciones mexicanas a la agenda estadounidense", dice una declaración conjunta de la red que integran más de 300 organizaciones y expertos.
La medida notificada el jueves a la delegación estadounidense "se inscribe en un contexto de creciente militarización de las funciones del Estado y una continuada tendencia a usar los recursos públicos para defender intereses de gobiernos extranjeros (EEUU)", señala la declaración.
El principal objetivo de la "guerra" abierta contra el crimen organizado que fue declarada hace 12 años "ha sido incautar las drogas que, a través de nuestro territorio, van destinadas al mercado ilícito estadounidense".
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Por otra parte, la detención esta semana de los activistas Irineo Mujica y Cristóbal Sánchez, defensores de migrantes y líderes de Pueblos Sin Fronteras, los pone como víctimas de "criminalización", indica la red.
La detención de Mujica y Sánchez coloca a los defensores de derechos humanos "ofrecidos como ficha de cambio en el proceso de militarización y subordinación a la agenda estadounidense", se lee en el documento.
Por otra parte, desde hace varias semanas ocurre una "creciente presencia de militares a lo largo de la ruta migratoria", añade.
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Este capítulo repite el tratamiento de problemas que no son de seguridad pública, como el de las drogas, "a través de las instituciones represivas del Estado", con consecuencias catastróficas de violencia e inseguridad.
"La fuerza amenaza con ganarle a la razón cuando nuestro país emula medidas como las que el Gobierno de EEUU ha determinado para militarizar su frontera sur", puntualizaron las organizaciones de la red en su documento.
La retórica de la unidad nacional de López Obrador no debe servir "para satisfacer propósitos políticos ni intereses extranjeros", agregaron.
López Obrador dijo el viernes que la misión de la GN será frenar el flujo migratorio, dado que "tenemos por ley que hacerlo, que se respeten los derechos humanos y se atienda el problema de fondo, la falta de trabajo y oportunidad en los países centroamericanos".
Las delegaciones de Ebrard y de EEUU, lideradas por el vicepresidente Mike Pence y el secretario de Estado, Mike Pompero, sostuvieron tres largas jornadas de tratativas entre el miércoles y la noche del viernes, sin alcanzar todavía acuerdo.
