La presión "no debe utilizarse de ninguna forma para promover el gas natural licuado de EEUU o un instrumento político de los colegas de otra parte del océano", dijo Mehren.
Subrayó que Europa está interesada en el gas ruso, que es competitivo y tiene buen precio.
"Queremos garantizar nuestra seguridad energética, nosotros, Alemania, Europa, necesitamos el proyecto Nord Stream 2", recalcó el presidente de la petrolera alemana al señalar que, aunque haya aquellos que se le oponen "en todo caso, es una discusión europea".
Según Mehren, el proyecto se realiza bien, queda construir unos 800 kilómetros del gasoducto.
"Esperamos que se ponga en marcha para finales del año", dijo Mehren.
Por su parte, el presidente de la Cámara de Comercio de Estados Unidos en Rusia (AmCham), Alexis Rodzianko, declaró que es poco probable que EEUU imponga sanciones a las compañías que implementan el proyecto de gasoducto.
"Siempre he tenido serias dudas de que haya sanciones graves en relación con el Nord Stream 2", dijo Rodzianko al margen del Foro Económico Internacional de San Petersburgo (SPIEF).
Explicó que es un proyecto muy importante para Europa y Rusia, y en particular para Alemania y Francia que son dos principales capitales europeos.
A finales de mayo el secretario de Energía de EEUU, Rick Perry habló de la posibilidad de sanciones contra Nord Stream 2 en "un futuro no muy distante", las restricciones afectarían las empresas que participan en el proyecto.
EEUU ha manifestado su oposición al proyecto Nord Stream 2 en numerosas ocasiones, afirmando que es el medio de control político utilizado por Rusia para ejercer presión sobre la Unión Europea.
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Las autoridades rusas, a su vez, argumentaron que la actitud de EEUU hacia el proyecto Nord Stream 2 podría explicarse por el deseo de promover los intereses económicos y energéticos de Washington en Europa y rechazaron la idea de que el proyecto podría ser de naturaleza política.
Nord Stream 2 pasará por las aguas territoriales y/o zonas económicas exclusivas de Alemania, Finlandia, Rusia, Suecia y Dinamarca.
El gasoducto, que tendrá capacidad para transportar 55.000 millones de metros cúbicos anuales de gas ruso, fue concebido para diversificar las rutas del suministro del combustible a Europa y elevar la seguridad energética.
