"El 73% de los entrevistados son contrarios a la flexibilización del porte para ciudadanos comunes, el 26% es favorable y el 1% no respondió", indica el estudio.
El derecho al porte es la autorización para transportar un arma de fuego fuera de casa y se diferencia de la tenencia de armas, que solo permite mantenerla dentro del domicilio.
En sus primeros cinco meses de Gobierno, Bolsonaro cumplió su promesa electoral de facilitar el acceso a las armas para los ciudadanos de a pie al aprobar tres decretos.
El primero, publicado en enero, facilitaba las normas para la tenencia, y un segundo, en mayo, flexibilizaba las normas para el porte.
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El Gobierno se vio obligado a publicar un tercer decreto con cambios sobre las reglas del porte después de las críticas recibidas en el Congreso Nacional y la Justicia, que cuestionaban su constitucionalidad.
El Ibope realizó la encuesta entre el 16 y el 19 de marzo (antes de que se aprobaran los dos últimos decretos) después de preguntar a 2.002 personas en 143 municipios de todo Brasil.