Como los trajes hechos a medida, la ley le calzaba pintada a Huawei, y así lo dejó saber el Departamento de Comercio de EEUU cuando anunció que esa empresa china estaba incluida en la lista negra.
'Sin cuerpo no hay delito', dice una frase. Y otra, dice: 'tiene razón, pero marche preso'. Es la situación que el país norteamericano le plantea a Huawei, a la que le aplica sanciones al compás de acusarle de tener vínculos con el Gobierno chino, y como es su estilo, sin presentar pruebas. Pero la empresa del gigante asiático se revuelve con un contragolpe: presentó una moción en EEUU para que la medida sea declarada inconstitucional.
A propósito de 'real o imaginaria', se refirió el jefe de asuntos jurídicos de Huawei: "El hecho es que el gobierno de los EEUU no ha proporcionado pruebas que demuestren que Huawei es una amenaza para la seguridad nacional. No hay pistola, no hay humo. Solo especulación".
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El presidente de la Consultora Ekai Center, Adrián Zelaia, expresa en este sentido que "la comunidad internacional en general, tanto a nivel empresarial como a nivel político, es consciente de lo que está sucediendo realmente […] que [la medida de Trump] es una maniobra extraña y sin precedentes del Gobierno de EEUU".
Pero las razones de la acción del inquilino de la Casa Blanca, son blanco y en botella para el experto.
"Por un lado, para hacer daño a [Huawei] un competidor muy directo de empresas estadounidenses clave, y por otro lado, para añadir probablemente un elemento más dentro de la negociación conjunta que en relación con el comercio internacional están manteniendo China y EEUU".
Ante esta nueva arremetida de la Casa Blanca, el medio chino People’s Daily especuló con un golpe fatal de Pekín a Washington, con otra de sus 'opciones nucleares': las tierras raras. Si China paralizara la exportación de estos elementos, podría paralizar la industria a nivel global.
Además, el Ejército utiliza elementos de tierras raras en gafas de visión nocturna, armas de precisión, equipos de comunicaciones y de GPS, baterías y otros dispositivos electrónicos de defensa.
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China suministra aproximadamente el 80% de las tierras raras utilizadas por Estados Unidos para la manufactura de diversos productos, por lo que su escasez podría significar un problema potencialmente costoso para el país norteamericano.
Para Zelaia un bloqueo en el suministro de tierras raras sería una forma de paralizar la industria. "Pero también China tiene la posibilidad de dar un golpe financiero definitivo a EEUU a través de la venta de su tenencia de deuda pública de ese país. […] Una venta rápida de estos bonos podría ser un golpe definitivo a las cuentas públicas de EEUU. Hay distintos elementos con los que China podría contrarrestar los movimientos de EEUU en el ámbito estrictamente económico", subraya el analista.
"China sabe que el tiempo corre a su favor. China, como los países emergentes, sabe que está en una posición privilegiada para ir mejorando sus elementos económico, social, político, y que si no hay elementos extraños van a ir crecientemente ganando peso en el conjunto internacional. China no está en principio interesada en agravar los conflictos. […] Hay que prever que haya reacciones puntuales de China, pero salvo que hubiese una escalada por parte de EEUU, no creo que haya reacciones 'nucleares' o globales", concluye Adrián Zelaia.