El portal señala que cada vez más, los pilotos estadounidenses en Alaska se ven obligados a despertarse en la fría madrugada y subir a bordo de los F-22 en su base en Anchorage para mantener a los aviones rusos fuera del espacio aéreo de EEUU.
"Las patrullas de bombarderos son parte de los esfuerzos de Moscú para demostrar que tiene tanto la capacidad operativa como la intención estratégica de competir en el Ártico", analizan los periodistas.
Según los autores del artículo, EEUU y otros países del Ártico "deben enseñarle a Rusia los límites de un comportamiento aceptable", en particular, llevar a cabo maniobras conjuntas y cooperar en la exploración aérea y marítima.
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"En ausencia de tales acciones colectivas proactivas y demostrativas, es probable que Rusia continúe invadiendo las normas internacionales en el Ártico en un intento de cambiar el equilibrio de fuerzas a su favor", advierten los periodistas.
No obstante, los aviones estratégicos Tu-95MS de las Fuerzas Aeroespaciales rusas, a los que hace referencia la publicación, realizaron unos vuelos en estricta conformidad con las normas internacionales para el uso del espacio aéreo, sin violar las fronteras de otros Estados, subrayó el Ministerio de Defensa de Rusia.
Los propios periodistas de NBC News admiten que EEUU también envía aviones para realizar vuelos cerca del territorio ruso para recolectar datos de inteligencia de señales y estudiar los procedimientos de control operacional.
En particular, los aviones espía de EEUU intensificaron sus vuelos cerca de las costas de Crimea y en el Lejano Oriente.
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