“Se trata del proyecto de fortalecimiento de la resiliencia de la provincia de Santiago de Cuba ante la sequía, el problema de siempre de esta zona, y estamos seguros que con la implementación de estas obras el problema será resuelto, o por lo menos se crearán los esquemas y mecanismos para superar y liquidar las consecuencias de desastres de este tipo”, comentó Guskov al servicio informativo de la televisión local.
Para la implementación de este proyecto, que se ejecutará hasta el 2021, impulsado por el PNUD, Rusia aportó un millón de dólares, que contribuirá a contrarrestar los efectos de la sequía en esta zona oriental, y del que se beneficiarán más de 400.000 habitantes de la ciudad de Santiago de Cuba, 35.000 en el municipio de Guamá, y otros 30.000 pobladores en la zona de El Caney.
El embajador Guskov y la representante del PNUD visitaron además la nueva planta potabilizadora de agua en El Caney, y la filial del Instituto de Meteorología, entre otros centros de intereses en la provincia santiaguera, a 870 kilómetros al este de la capital cubana.