La potente sequía, jamás registrada en los últimos 37 años, amenaza con provocar un agudo déficit de alimentos en Corea del Norte. Sin embargo, las duras condiciones meteorológicas no son el único factor que desempeña un importante papel en la actual crisis alimentaria. El veto introducido a las exportaciones de los principales bienes norcoreanos afectó distintas industrias del país.
"Sin embargo, el sistema de distribución es desigual en Corea del Norte y las familias de empleados ocupados en la industria minera sufren una crisis alimenticia ya que dependen por completo de las exportaciones de carbón y otros minerales [que se quedaron paralizadas a raíz de las últimas resoluciones de la ONU]", explicó a Sputnik, el experto
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Durante el Gobierno de Kim Jong-un la economía norcoreana ha mejorado gracias a las reformas aplicadas por el líder. No obstante, la velocidad de los cambios positivos difiere considerablemente en función de la región, empresa o granja.
"Las sanciones económicas generaron una paradoja. Según esta paradoja, las sanciones no afectan a las personas que desarrollan armas nucleares y misiles, sino que golpean a las capas pobres. Como resultado (...) los desequilibrios en la economía norcoreana aumentan, es decir los individuos más ricos se hacen más ricos y los más pobres empobrecen", recalcó.
Seúl empezó a hablar de la necesidad de prestar ayuda humanitaria al país vecino, después de que se publicaran las primeras noticias acerca de la fuerte sequía que azotó al país vecino. Sin embargo, el profesor Lim Eul-Chul del Instituto de Problemas de Oriente Lejano de la Universidad Kyungnam explicó que en Pyongyang califican este discurso político como "una trampa imperialista" que busca doblegar a Corea del Norte a través de la creación de una economía dependiente de la ayuda externa.
"Corea del Sur busca la posibilidad de empezar a suministrar la ayuda alimenticia de una manera directa. No habrá nada vergonzoso si Corea del Norte recibe la ayuda del Sur en un momento adecuado", enfatizó Lim Eul-Chul.
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A su vez, el director del Instituto de Corea para Unificación Nacional, Kwak Tae-Hwan, destacó que Pyongyang aceptará la ayuda alimentaria solo en caso de que provenga del Programa Mundial de Alimentos (PMA) de la ONU y no de Corea del Sur. Esta postura se debe a las relaciones que han tenido los dos Estados y la competencia de sus distintos sistemas.
"Es evidente que Corea del Norte no renunciará a las armas nucleares por la falta de productos alimenticios, a pesar de la opinión de los círculos conservadores dentro Corea del Sur y los halcones estadounidenses", concluyó el experto surcoreano.
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Donald Trump ha mencionado en repetidas ocasiones la posibilidad de prestar ayuda humanitaria a Corea del Norte. Además criticó a su asesor de Seguridad Nacional, John Bolton, y otros representantes que abogan por aplicar una política dura respecto a Corea del Norte y aumentar las sanciones impuestas a Pyongyang.
"Los intereses de la burocracia, que desea limitar el uso de las conversaciones privadas por parte de Trump, gozan de una considerable influencia en la sociedad estadounidense. Por eso la política aplicada respecto a Corea del Norte y el problema de la ayuda alimentaria dependerán de una complicada mezcla de intereses políticos", concluyó Park Jong Chol.
