Según explican, la intención de Washington de enviar el grupo de combate al golfo Pérsico fue originalmente vista en Teherán "como parte de la guerra de información hostil y un intento de influir en la opinión pública iraní e internacional".
"La República Islámica de Irán no ha sido ni será el iniciador de la guerra, pero las Fuerzas Armadas del país están más fuertes que nunca y están decididas a resistir las conspiraciones de los enemigos. Estados Unidos y sus aliados son muy conscientes de ello", dijo el interlocutor de la agencia en las Fuerzas Armadas de Irán.
El 9 de mayo, el grupo de combate, liderado por el portaviones USS Abraham Lincoln y compuesto de decenas de aeronaves, varios buques y un submarino, cruzó el canal de Suez.
El 13 de mayo, España que también había participado en este grupo de combate, decidió retirar su fragata Méndez Núñez.
Al comentar la escalada de la tensión en el golfo Pérsico en el contexto de la exacerbación de la confrontación iraní-estadounidense, el líder supremo de Irán, el ayatolá Alí Jameneí, dijo que no ve ningún motivo de guerra con Estados Unidos. Al mismo tiempo, señaló que Teherán no tiene la intención de sucumbir ante la presión de Washington.
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