Conoce el escuadrón de pilotos argentinos que fue vanguardia en el 'Día D' de la Segunda Guerra Mundial

La unidad de aviadores voluntarios argentinos, que formó parte de la Fuerza Aérea británica, fue reconocida por su valor en su participación durante la Segunda Guerra Mundial, dedicada a bombardear objetivos estratégicos en tierra, en especial durante el desembarco en Normandía.

Eran muy jóvenes, muchos sin formación escolar, oriundos del campo o de escasos recursos. A pesar de tener ascendencia británica, algunos nunca habían salido antes de la Argentina y lo arriesgaron todo por la simbólica herencia y el honor. Eran el futuro de un mundo en turbulencia y decidieron jugarse la vida volando de punta al ojo de la tormenta.

El 3 de septiembre de 1939, el Reino Unido y otros países europeos declaran el Estado de Emergencia y realizaron un llamado a los jóvenes de todo el mundo a unirse a las tropas aliadas en contra de la avanzada de la Alemania nazi y las fuerzas del Eje. A partir de 1941, alrededor de 500 argentinos descendientes de británicos, franceses y belgas se alistaron para zarpar en buques que los llevarían a las islas, al viejo continente y algunos a Canadá para iniciar su formación como pilotos de guerra.

"Debido a la gran afluencia que hubo de voluntarios en ese momento de la Segunda Guerra Mundial, que llegaban a Inglaterra desde Argentina y que se enrolaban en la Royal Air Force (RAF), surgió la necesidad de agruparlos. Eso dio origen al nacimiento del 164° Escuadrón británico-argentino", dijo a Sputnik Claudio Meunier, autor de tres libros sobre la participación de rioplatenses en la contienda.

El embajador argentino en Londres, Miguel Ángel Cárcano, llevó adelante las gestiones para la creación de la unidad, e incluso fue él quien diseñó parte de la heráldica: un león frente a un sol naciente con el lema 'Firmes volamos', contó el experto.

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El 6 de abril de 1942 se constituyó el escuadrón con base de operaciones en la costa oriental de Escocia, equipado con aviones Spitfire. En enero de 1943, se trasladaron a Gales del Sur, donde recibieron cazabombarderos Hurricane y comenzaron a desarrollarse para el ataque a blancos en tierra del otro lado del Canal de la Mancha, operaciones que comenzaron en junio de ese año.

Después de brindar apoyo a las fuerzas que llegaban del sur de Inglaterra al continente, utilizando aviones Hawker Typhoon, el escuadrón se mudó a Francia en julio de 1944. Durante la Batalla de Normandía, el 'Día D', el 164 utilizó sus cohetes contra la defensa enemiga en el área de batalla y después de la ruptura avanzó a través del norte galo y sobre Bélgica en apoyo del 21° Grupo del Ejército británico.

"El día de la invasión, hicieron siete misiones con diferentes grupos de pilotos, las primeras, nocturnas. En ese momento la unidad estaba conformada por argentinos, norteamericanos, ingleses, checos, polacos, holandeses, sudafricanos y canadienses, era más bien cosmopolita", dijo Meunier.

"Era una unidad muy efectiva con un amplio profesionalismo en los pilotos, tenían gran cantidad de estos muchas misiones, eso les dio un gran prestigio. Mirá que la RAF tiene 682 escuadrones, hay para elegir, y el 164 estaba entre las primeras unidades de ataque", dijo el autor de Volaron para vivir, pilotos aliados argentinos en la Segunda Guerra Mundial, que se presentará el jueves 9 de mayo en la Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.