Los científicos han descubierto que 10 de los 11 Barrigones, supuestamente esculpidos hace unos 3.500 años, tienen anomalías magnéticas. Muchas de las cabezas gigantes están talladas de tal manera que el inusual campo magnético coincide con la mejilla derecha de la estatua o con su ombligo.
No se sabe con certeza por qué fueron elegidas esas partes del cuerpo, pero es probable que el magnetismo de las esculturas haya contribuido a su influencia cultural.
"Los Barrigones pueden haber representado a los antepasados de la clase dominante y han dado forma física a su reclamo de poder basado en la herencia. Si esta interpretación es correcta, la habilidad de Los Barrigones para desviar una piedra magnetizada, dramáticamente en la mayoría de los casos, hubiera servido para reforzar su mensaje de continuidad ancestral viva", dice el estudio publicado en la edición de junio de la revista Journal of Archaeological Science.
Respondiendo a una pregunta sobre el origen de la anomalía, los expertos, citados por LiveScience, sugieren que se debe a un rayo que impactó en las piedras antes de que fueran convertidas en esculturas.
Esto da lugar a la hipótesis de que la civilización precolombina que las hizo entendía sobre magnetismo y que podía sacar provecho de este fenómeno.
En muchas culturas antiguas, el magnetismo se asociaba con la magia. Por ejemplo, los antiguos griegos creían que los objetos magnetizados poseían alma al atraer metales.
Los Barrigones se exhiben en una plaza en la ciudad de La Democracia, cerca de la costa pacífica de Guatemala. Fueron instalados allí en la década de 1970 después de haber sido traídos de la cercana región de Monte Alto.