Posiblemente se trate del copiloto Maxim Kuznetsov. Primero sale por una cuerda desde la ventanilla de la cabina. Tras decir algo a los empleados del aeropuerto, sube corriendo por la rampa inflable y regresa a bordo. Unos segundos más tarde, como muestra el registro de la cámara de vigilancia, Kuznetsov saca a dos personas del avión. Una de ellas, posiblemente, es el comandante de la aeronave, Denís Evdokímov.
Actualmente, Evdokímov se encuentra en el Centro de emergencia médica Sklifosovski intoxicado por el humo inhalado durante el incendio.
Su padre, Alexandr Evdokímov, también piloto de profesión, comentó en declaraciones al canal Ren TV que su hijo fue el último en abandonar el avión incendiado y llamó a no culpar a los pilotos.
"Denís fue comandante del IL-76 y teniente coronel en la reserva. Primero trabajó como copiloto y luego como comandante de aeronave. Durante muchos años voló en los Boeing, luego cambió al Superjet 100", dijo Alexandr.
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Debido a las condiciones meteorológicas adversas, la aeronave tocó tierra bruscamente al segundo intento, aunque se doblaron los puntales del tren de aterrizaje y se incendiaron los motores.
La tragedia dejó 41 muertos, mientras que 37 ocupantes del avión sobrevivieron, entre ellos 33 pasajeros y cuatro de los cinco miembros de la tripulación.
El Comité de Investigación de Rusia inició una causa penal sobre el incidente. Se barajan varias versiones de las causas de la tragedia: problemas técnicos, el impacto de un rayo, la cualificación insuficiente de los pilotos, los controladores aéreos y las personas que realizaron la inspección técnica de la aeronave, así como las condiciones climáticas adversas.
