Lo que unió Dios, no lo separe el hombre. Mateo 19:6. Un versículo bíblico que adaptado a estas circunstancias podría 'sonar' así: 'Lo que el Eurotúnel unió, no lo separe el Brexit'. Y es que este número redondo de celebración toma al Reino Unido en un forcejeo interno que se extrapola a una guerra fratricida de crecimiento exponencial con el resto del bloque europeo por haber decidido democráticamente su pueblo, a instancias de algunos políticos, abandonar la Unión.
Los números hablan por sí solos. Llevándolo a cifras redondeadas, en estos 25 años han transitado a través de él 430 millones de pasajeros, 86 millones de vehículos, y 410 millones de toneladas de mercancías, que representan el 26% de los intercambios comerciales el reino y Europa continental.
Today, the #ChannelTunnel is celebrating its 25 years of operation! But did you know the idea of a tunnel connecting the UK to France dates back to the 19th century? Relive the history of the Tunnel thanks to this 2-minute-video by @brutofficiel! #VitalLink #Eurotunnel #25years pic.twitter.com/1VzAl2NNhM
— Eurotunnel Company News (@Eurotunnel) 6 мая 2019 г.
Sin certezas de lo por venir, el desasosiego se está apoderando de todos a ambos lados del canal de la Mancha, y más allá. Sin un penique de dinero de los contribuyentes para su construcción, como dijo en su momento Margaret Thatcher, estas instalaciones fueron inauguradas por la reina Isabel de Inglaterra y François Mitterrand, a la sazón presidente de Francia, luego de 8 años, tiempo que insumió llevar el proyecto desde el papel hasta su plano más tangible.
6 May 1994: "We now have a common land border" (François Mitterrand) —- "The mixture of French élan and British pragmatism has proved to be a highly successful combination" (Her Majesty Queen Elizabeth II) #VitalLink #Eurotunnel #25years pic.twitter.com/WkVadPojVz
— Eurotunnel Company News (@Eurotunnel) 6 мая 2019 г.
El Dr. en Geopolítica Rolando Dromundo incide en que se pueden discriminar dos momentos distintos en la historia de este túnel: el de su inauguración, y el actual. No obstante matiza que la finalidad de la instalación se conserva.
"En aquel momento era la Europa del Tratado de Maastricht, una Europa en la que había un gran optimismo en torno a la integración europea, había mucho entusiasmo. No se pensaba que hubiera otro camino que no fuera el de ir más sobre una mayor integración a todos los niveles. En estos momentos se está tratando de salvaguardar lo que queda de la UE porque todavía nadie tiene claro qué es lo que va a pasar con el Brexit. Por eso son dos momentos históricos muy diferentes de la UE", observa el experto.
25 años más tarde, quienes llevan las riendas del Eurotúnel no temen por el futuro de las instalaciones y las consecuencias que devengarían del Brexit, aunque la incertidumbre esté instalada desde las autoridades, de más alto rango hacia abajo, en cascada.
En opinión de Dromundo, "el Eurotúnel seguirá funcionando, porque al final la política siempre tiene una parte de pragmatismo en cómo se dan las cosas. […] Habrá ajustes seguramente, vamos a ver cómo termina el acuerdo para la eventual salida de los británicos de la UE. […] Uno no debe caer en el alarmismo o pensar en grandes tragedias. La dinámica del capital seguirá reproduciéndose y los intereses económicos también son importantes y eso seguirá funcionando de una manera u otra, más allá del acuerdo político de las instituciones".
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En este sentido, Dromundo subraya las muchas evidentes frustraciones de ambos lados del espectro político británico. Al separar las aguas, respecto a que una cosa son las elecciones locales, y otra muy distinta las nacionales, el analista explica que "en términos del Brexit, tanto quienes están a favor, como quienes están en contra, se sienten frustrados de que no ha habido ninguna claridad en el proceso y no se ve cómo va a terminar esto".
"Por supuesto que la gente está molesta y eso se puede reflejar de muchas maneras. Pero también los británicos tienen un sistema electoral que prácticamente asegura el bipartidismo. Con las leyes electorales vigentes en Gran Bretaña es muy difícil que se pueda cambiar el 'esquema bipartito' que tienen", concluye el Dr. Rolando Dromundo.