Hanniya vinculó directamente el alto el fuego al fin del bloqueo que sufre la Franja de Gaza desde 2007, cuando Hamás se hizo con el control del enclave, y al fin de la ocupación de los territorios palestinos, con mención especial de Jerusalén.
Recordó la violencia israelí contra los participantes en la marcha del Retorno que todos los viernes desde hace 13 meses tienen lugar a lo largo de la frontera de la Franja, y que justamente el pasado 3 de mayo provocó el último sarpullido violento.
El detonante final de la última oleada de violencia se produjo cuando el ejército israelí mató el 3 de mayo por la noche a cuatro milicianos de Hamás que se encontraban a varios kilómetros de la marcha del Retorno.
“Todas las ramas de la resistencia acudieron a defender al pueblo”, dijo Hanniya, mientras los israelíes planeaban bombardear edificios particulares y gubernamentales, así como cometer “masacres” contra familias palestinas.
Fue esto lo que “llevó a la resistencia a ampliar el círculo de su respuesta, y no a buscar una nueva guerra”, añadió señalando que la respuesta de las milicias palestinas está directamente “relacionada con el nivel de agresión” por parte de Israel.
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Entrada la noche, siguen los bombardeos israelíes y de las milicias palestinas. El balance de muertos desde el 6 de mayo por la mañana es de 24 palestinos y cinco israelíes.