"Personalidades como el ministro de Defensa, Vladimir Padrino, el presidente de la Suprema Corte de Justicia de Venezuela, Maikel Moreno, el comandante de la Guardia Nacional, Rafael Hernández Dala, coincidieron en que Maduro se tenía que ir", dijo Bolton en conferencia de prensa desde la Casa Blanca.
El ministro Padrino prometió más temprano aplastar el alzamiento y aseguró a la vez que las Fuerzas Armadas siguen leales al presidente Nicolás Maduro.
Moreno, por su parte, hizo saber que rechazaba de manera absoluta la intentona.
Bolton repitió varias veces los nombres de Padrino, Moreno y Hernández, asegurando que todavía tenían tiempo de cumplir lo prometido, aunque, dijo, "el tiempo se les está acabando".
Además, declaró que EEUU espera ver en Venezuela una transición de poder pacífica, pero mantendrá todas las opciones sobre la mesa.
Bolton aseguró también que el intento de alzamiento militar convocado por el líder opositor venezolano Juan Guaidó no constituye un golpe de Estado.
"Esto técnicamente no es un golpe. Nosotros reconocemos a Juan Guaidó como el legítimo presidente interino de Venezuela y así como no es un golpe cuando el presidente de EEUU da una orden al Departamento de Defensa, no es un golpe que Guaidó intente ejercer control sobre los militares venezolanos", dijo Bolton en rueda de prensa.
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En las primeras horas de 30 de abril el líder opositor Juan Guaidó publicó en Twitter un vídeo en el que llamaba a la población y a los militares de Venezuela a tomar las calles.
En las imágenes se veía a Guaidó junto a uniformados, dos tanquetas y al líder opositor Leopoldo López, quien cumplía prisión domiciliaria.
El ministro de Comunicación, Jorge Rodríguez, dijo que el Gobierno de Maduro estaba desactivando una intentona golpista de militares traidores.