Tras estudiar entre los años 2016 y 2018 la salud mental y física de miles de ciudadanos de EEUU nacidos entre 1974 y 1983, el grupo liderado por Lauren Gaydosh descubrió el aumento drástico de las llamadas muertes por desesperación.
"La desesperación de la gente que tiene más de 30 años se generaliza en todo el grupo [demográfico], independientemente de la raza, etnia, educación y geografía", cuenta Gaydosh.
Entre los motivos figuran el aumento del desempleo, la reducción de la financiación estatal de las redes de apoyo social y la percepción popular de irrelevancia. Y todo esto en el fondo de la tendencia global hacia el deterioro de la salud mental.
En este aspecto, hay que cambiar toda la política y el mismo enfoque hacia este problema social, destaca el grupo liderado por Gaydosh cuyo estudio ha sido publicado en la revista American Journal of Public Health.
"Los esfuerzos de salud pública para reducir estos indicadores de desesperación no deben dirigirse solo a los blancos que viven en la zona rural, por ejemplo. Estamos descubriendo que estos patrones están generalizados en toda la población", subraya la socióloga.
En 2016, por primera vez en 25 años empezó a caer la esperanza de vida en EEUU, principalmente debido al aumento en el número de suicidios, así como las muertes por sobredosis de drogas y cirrosis alcohólica entre la población blanca y rural del país con poca educación.