Previamente, el Ministerio del Interior del Gobierno de Unidad Nacional libio anunció que suspende toda cooperación con Francia, acusando a París de apoyar a las fuerzas de Haftar.
El diplomático agregó que Francia se opone a una ofensiva y reitera su llamamiento a todos los bandos del conflicto a que cesen el fuego y entablen un diálogo para poner en marcha el proceso político bajo los auspicios de la ONU.
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Libia está sumida en una crisis desde que el derrocamiento de su líder histórico, Muamar Gadafi, en 2011, derivara en enfrentamientos de grupos rivales, la proliferación de facciones yihadistas y mafias que trafican con migrantes irregulares de África a Europa.
Sin embargo, ese Gobierno, en funciones desde el 31 de marzo de 2016, no ha sido reconocido hasta la fecha por la Cámara de Representantes, parlamento unicameral con sede en la ciudad de Tobruk (este), que proclamó su propio Gobierno, apoyado por el ENL.
El pasado 4 de abril, la crisis libia entró en una nueva espiral de tensión después de que Haftar ordenara una ofensiva contra Trípoli para "liberarla de terroristas".
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Tres días más tarde, las fuerzas leales al Gobierno de Unidad Nacional anunciaron la operación Volcán de Ira contra las tropas de Haftar, mientras el ENL lanzó la fase aérea de su ofensiva.
Según los últimos datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS), más de 200 personas perdieron la vida a causa de la escalada de los enfrentamientos en Trípoli.