De los 13 aviones proporcionados por Estados Unidos a Japón, cinco tuvieron que realizar aterrizajes de emergencia en siete ocasiones, incluidas dos a consecuencias de fallos registrados en el avión que se estrelló el 9 de abril. El ministerio afirma haber comprobado tras cada incidente que las aeronaves eran aptas para volar, pero todavía se está investigando una posible conexión, según el periódico.
El montaje final de cuatro de los cinco aviones que experimentaron problemas, incluido el que desapareció el 9 de abril, fue realizado en Japón por la empresa Mitsubishi Heavy Industries. La quinta aeronave fue fabricada y montada en EEUU. En cuanto al avión siniestrado, tuvo problemas con sistemas de refrigeración y navegación en al menos dos ocasiones, en junio de 2017 y agosto de 2018, respectivamente.
Además: ¿Son suficientes las capacidades de defensa antimisiles de los cazas F-35?
El ministro de Defensa japonés, Takeshi Iwaya, planea abordar el tema de los F-35A durante una reunión que tendrá lugar en Washington el día 19 en el marco de las consultas de seguridad del formato 2+2 entre Japón y EEUU.
La aeronave había despegado de la base aérea de Misawa, en el noreste de Japón, para realizar una misión de entrenamiento con otros tres aviones del mismo modelo. Oficiales de la Fuerza Aérea de Autodefensa dicen que el piloto contactó a sus compañeros momentos antes del accidente, para avisarles que estaba cancelando la misión.
Después del accidente, el Ministerio de Defensa de Japón suspendió los vuelos de los restantes 12 F-35A cuyo despliegue en Misawa comenzó en enero de 2018.
Te puede interesar: Un nuevo informe demoledor del Pentágono arroja luz sobre unas fallas críticas del F-35
Japón tenía previsto comprar a EEUU un total de 105 aviones F-35A, por unos 104 millones de dólares cada pieza.