La Justicia ecuatoriana sentenció en 2011 a Chevron a pagar 9.500 millones de dólares por los daños que Texaco ocasionó al medio ambiente durante sus operaciones en Ecuador entre 1964 y 1992 en las provincias amazónicas de Sucumbíos y Orellana (noreste).
"El Tribunal Supremo de Países Bajos confirmó que Ecuador está obligado, conforme al derecho internacional, a impedir la ejecución de la sentencia corrupta ecuatoriana contra Chevron en cualquier parte del mundo", dijo Hewitt Pate, vicepresidente de la petrolera.
Texaco fue acusada por habitantes amazónicos de Ecuador de contaminar su territorio, utilizando técnicas obsoletas para la explotación del petróleo, de verter a los ríos petróleo y sustancias contaminantes, de arrojar crudo, aguas y lodos tóxicos en piscinas abiertas en medio de la selva, además de lanzar a la atmósfera gases contaminantes.
El pasado 4 de abril, el máximo órgano judicial de Canadá ya había rechazado una demanda del país latinoamericano contra la petrolera estadounidense.
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