Burrell describió el incidente que supuestamente tuvo lugar en la finca de Sandringham mientras Diana estaba embarazada de cuatro meses en 1981.
En sus propias palabras, oyó "un enorme estruendo en la escalera de madera", después "encontró a la princesa a medio camino tras fingir una caída mientras llamaba al príncipe Guillermo".
Sin embargo, el confidente de la difunta princesa insiste en que tuvo cuidado de no hacerse daño a sí misma o al bebé y que había fingido el incidente.
Paul agregó: "No hay manera en este planeta de que ella pudiera poner en peligro a su bebé nonato, pero quería atención".
El incidente llegó a ser noticia por primera vez en 1992, cuando la difunta princesa le dijo al biógrafo real Andrew Morton que se había tirado por las escaleras de Sandringham para hacer que el príncipe Carlos "la escuchara".
El príncipe Carlos y la princesa Diana se casaron en la catedral de San Pablo en 1981, pero su matrimonio estaba lejos de ser un cuento de hadas. Diana sufría la infidelidad de su marido además de asegurar que "no tenía una voz" en la familia real.