"Estoy de acuerdo con los términos de la declaración conjunta que se acaba de firmar, por nuestra parte nos comprometemos a hacer valer un auténtico Estado de derecho, nos comprometemos a respetar los compromisos que se hicieron para la aprobación del Tratado de Libre Comercio (Tratado México EEUU Canadá, T-MEC)", expresó el mandatario en la clausura del foro.
El presidente aseguró que México continuará impulsando acciones "para hacer de la migración un acto optativo y no obligatorio", y recomendó, además, que a la asociación entre los sectores público y privado, se debe incluir sector social de la economía: campesinos, obreros, ambientalistas y cooperativistas, entre otros.
Al atestiguar la firma del documento en Mérida, el mandatario mexicano agradeció a Ross y a líderes empresariales de las dos naciones, la confianza y el interés de mantener buenas relaciones "por nuestra amistad, por la geopolítica y en bien de nuestros pueblos".
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López Obrador viajó a esa ciudad de la península de Yucatán acompañado de seis integrantes de su Gabinete, y en su discurso final expresó que coincide con las ideas del presidente y director general de la financiera BlackRock, Laurence Fink, en que "trabajando juntos y escuchándonos podemos encontrar puntos en común”.
Finalmente el presidente elogió el Programa de la Zona Libre de la Frontera Norte, que consiste en aplicar una política de fomento a la inversión, reducción de impuestos y aumento de salarios en los 3.180 kilómetros de la frontera común con EEUU, sin afectar la estabilidad de las empresas.
En ese foro se presentó el nuevo Consejo para el Fomento a la Inversión, el Empleo y el Crecimiento Económico, y entre los temas que se discutirán durante la cumbre está la ratificación del T-MEC, que está en marcha en los congresos de los tres países.
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La reunión anual ocurre entre nuevas amenazas de Trump de cerrar su frontera si el país vecino no frena la ola de migrantes centroamericanos indocumentados.
El comercio de México y EEUU concentra más de 80% del comercio exterior del país latinoamericano, y marcó un récord de 557.000 millones de dólares, con un déficit de 71% para la parte estadounidense.
