"La mayoría de los brasileños adultos [64%] considera que la posesión de armas debe ser prohibida y un tercio [34%] cree que debe ser un derecho", informó el instituto en un comunicado.
En comparación con la encuesta anterior, de agosto de 2018, el índice de brasileños contrarios a la tenencia de armas creció seis puntos (era el 58%).
El 72% también afirma que la sociedad no se vuelve más segura por el hecho de contar con más personas armadas para protegerse.
Pese a las facilidades dadas por el nuevo Ejecutivo, el 80% de los brasileños dice que no pretende comprar un arma (entre las mujeres el índice sube hasta el 89%).
Entre el 20% que sí está dispuesto a comprar armas, el porcentaje aumenta en el caso de los hombres (30%) y los votantes de Bolsonaro (28%).
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El pasado mes de enero, el presidente brasileño firmó un decreto que flexibiliza las normas para la compra de armas.
El líder ultraderechista también pretende facilitar el porte de armas (poder ir armado por la calle), aunque esto es más complejo debido a que se necesita el aval del Congreso Nacional.
Por el momento, el presidente de la Cámara de Diputados, Rodrigo Maia, se mostró contrario a abrir ese debate, sobre todo después de la matanza de diez personas en una escuela de Suzano (estado de Sao Paulo).