"El poder puede ser entregado únicamente a un gobierno de transición nacional civil, acorde a lo que las mayorías populares han expresado en la Declaración por la Libertad y el Cambio", declaró el sindicato opositor.
Desde su cuenta de Twitter, la asociación advirtió que "esta crisis no puede abordarse con otro golpe militar" y que la acampada en el centro de Jartum continuará hasta que se logren los objetivos de la revolución detallados en ese documento, aprobado a principios del año.
"Exhortamos a todos a manifestar contención, ejercer la sabiduría y la razón", declaró el sindicato.
La asociación pidió a los manifestantes evitar ataques contra oficinas gubernamentales y propiedad privada, al enfatizar que aboga por una revolución pacífica.
Por la mañana, las cadenas sudanesas habían avanzado que las fuerzas armadas emitirían en breve un comunicado importante, pero la expectativa se prolongó más de la cuenta, supuestamente, por falta de consenso durante las consultas sobre la formación de un gobierno de transición.
Mientras se esperaba el comunicado oficial, las tropas se fueron desplegando en las principales carreteras, puentes y otras áreas clave de Jartum, incluyendo el recinto que alberga la sede del Ministerio de Defensa y la residencia presidencial.
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El aeropuerto de la capital sudanesa suspendió sus operaciones y los medios árabes, como Al Arabiya y Sky News Arabia, reportaron el arresto de más de un centenar de jefes políticos, militares y partidistas, entre ellos, el primer ministro, Mohamed Tahir Ayala, y el ex vicepresidente primero, Ali Osman Taha.
Según algunos medios regionales, Omar Bashir, de 75 años, fue puesto bajo arresto domiciliario en este momento, pero una fuente del palacio presidencial desmintió esta información en declaraciones a Sputnik.
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Sin esperar al anuncio oficial, miles de personas invadieron el centro de Jartum para celebrar la caída del que fuera gobernante del país durante tres décadas, reportó un corresponsal de Sputnik.
"¡Victoria!", gritan los manifestantes ondeando las banderas nacionales.
Las manifestaciones comenzaron en diciembre pasado, después de que el Gobierno decidiera aumentar los precios de los productos básicos.
Bashir decretó a finales de febrero el estado de emergencia en el país por un año, que prohíbe cualquier tipo de protestas, y anunció la disolución del Gabinete.
Además, pospuso una enmienda a la Constitución que le permitiría volver a postularse para las presidenciales en 2020, cuando expirará su segundo y último mandato.
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Los mandatos de Bashir se calculan desde su victoria en las presidenciales de 2010, que se celebraron con base a la Carta Magna aprobada en 2005.
En 2016, Bashir prometió que no se presentaría como candidato en las próximas elecciones presidenciales.
