La directora del Banco Central del país, Elvira Nabiúllina, ha declarado en repetidas ocasiones que el ente tiene una política de diversificación en lo que se refiere a las reservas internacionales en oro y divisas. Se toma en cuenta los riesgos, tanto financieros, como económicos y geopolíticos a la hora de aumentar las reservas internacionales.
Así, por ejemplo, en 2018, después de la introducción por parte de Washington de una nueva ronda de sanciones contra Moscú, el Banco Central de Rusia comenzó a vender bonos estadounidenses.
Además, el organismo redujo considerablemente sus activos nominados en dólares entre 2017 y 2018. Para junio de 2017, el Banco Central de Rusia tenía el 46,3% de sus activos nominados en dólares. Un año más tarde, para junio de 2018, su porcentaje disminuyó hasta el 21,9%.