En su comentario a Sputnik, el jefe del Ejecutivo enfatizó que "si se restablece la paz en el país, la presencia de tropas extranjeras será innecesaria". El primer ministro también advirtió que la situación en Afganistán podría empeorar considerablemente si las tropas de la OTAN abandonan el país antes de que se logre firmar algún tipo de acuerdo de paz con los talibanes.
"Por eso creo que Rusia debería usar su influencia para que los talibanes se sienten en la mesa de negociaciones", concluyó Abdulá.
El inicio del diálogo de paz directo entre las partes en conflicto en Afganistán se está discutiendo en varios niveles, incluso en Moscú, donde el pasado 9 de noviembre de 2018 se llevó a cabo una reunión al respecto a puertas cerradas. Anteriormente, se había anunciado que Kabul esperaba tener conversaciones directas con los talibanes tan pronto como fuese posible.
Desde que las tropas soviéticas abandonaron Afganistán en 1989, los islamistas han llevado una interminable lucha armada contra las fuerzas gubernamentales. Según datos recientes, el movimiento islamista talibán controla ya alrededor del 50% de los territorios del país. Ambas partes se vieron obligadas a cesar la intensidad de las hostilidades en los últimos años, debido al auge del ISIS, contrario a ambos bandos.
No obstante, tanto el ISIS como el movimiento Talibán son considerados como grupos terroristas en Rusia, lo que dificulta a Moscú las posibilidades de participar en las negociaciones.
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